El 13 de agosto pasado moría en Río de Janeiro el gran historiador brasileño José Murilo de Carvalho. Pensador agudo y original y autor de libros imprescindibles sobre la política en el siglo XIX, fue asimismo un intelectual comprometido con los debates de nuestro tiempo. Mineiro de origen, dedicó la mayor parte de su obra al Brasil a la vez que estableció un diálogo siempre abierto con el resto de América Latina y del mundo.
Sus trabajos sobre la política en tiempos del Imperio y la transición a la República iluminan facetas muy diversas de esa historia, componiendo en conjunto una interpretación potente y original, de profundo impacto en la historiografía reciente. En el cruce de perspectivas entre la ciencia política, la historia social y cultural, y la historia intelectual, Murilo ensayó caminos propios para la exploración de las décadas imperiales en dos libros publicados en la década de 1980, A construção da orden: a elite política imperial y Teatro de Sombras. A política imperial, a los que siguieron dos estudios ya clásicos sobre la República temprana: Os bestializados. O Rio de Janerio e a República que não foi, de 1987, y A formação das almas. O imaginario da República no Brasil, de 1990 (publicado también en castellano por la Universidad Nacional de Quilmes, en 1997). En estos últimos, arrojó una mirada innovadora sobre la participación política popular así como sobre los intentos fallidos de construcción de un imaginario republicano de alcance nacional en los inicios de esa experiencia. La cuestión de la ciudadanía ocupó desde entonces un lugar central en sus reflexiones, y dio lugar a su ensayo Desenvolvimiento de la ciudadanía en Brasil, editado en México en 1995, y a artículos e intervenciones diversas, muchos de ellos reunidos en el exquisito volumen Pontos e bordados. Escritos de história y política, publicado en 1998. Otro conjunto de textos está compilado en Forças armadas e política no Brasil, de 2005, sobre el rol de los militares en la historia de ese país, desde tiempos del Imperio hasta la última dictadura. No quisiera dar fin a esta enumeración de sus principales contribuciones escritas, que por cierto podría continuar largamente, sin mencionar su aclamada biografía Dom Pedro II, una fascinante exploración de la vida y los tiempos del Emperador, que se publicó en 2007 y alcanzó gran éxito de público.
Dueño de una pluma refinada a la vez que clara y sencilla, “Murilo” (que así quería que lo llamáramos los amigos…) era asimismo un conversador cautivante, que combinaba ingenio, sutileza y cordialidad en intercambios y charlas inolvidables. Fue maestro de historiadores. Ejerció como profesor en las universidades federales de Minas Gerais y Rio de Janeiro, y fue investigador por dos décadas del Instituto Universitario de Pesquisas do Rio de Janeiro, miembro de número de las Academias Nacionales de Letras y de Ciencias del Brasil, y profesor invitado en prestigiosas instituciones académicas internacionales. A lo largo de los años, visitó nuestro país, la Argentina, varias veces, y allí deja amigos y colegas a quienes ya duele su ausencia. Nos queda para siempre el recuerdo de su lucidez intelectual y de su personalidad entrañable.
Hilda Sábato
Agosto de 2023