In memoriam: Hernán Asdrúbal Silva


Hernán Asdrúbal Silva (nacido en 1940) fue uno de los más significados historiadores argentinos en los años que median entre su incorporación como docente a la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca (1964) y su fallecimiento (2022), fecha en que, pese a su jubilación, seguía plenamente activo, investigando y escribiendo sobre sus temas habituales. Casi sesenta años de dedicación a la Historia. 

Licenciado en Historia por la Universidad Nacional del Sur (1963) y Doctor en Historia de América por la Universidad de Sevilla (1976), fue durante muchos años Catedrático de Historia Económica en la citada universidad argentina y, más tarde, Investigador Científico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Su labor le valió diversos reconocimientos, como el nombramiento de Miembro de número de la Academia Nacional de Historia de Argentina, así como los de Académico correspondiente de las Academias de Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil, Puerto Rico, Guatemala, Colombia y España (en este caso, en 1998). También debemos mencionar su designación como Personalidad Distinguida de la Colectividad por la Federación Regional de Sociedades Españolas, tras su nominación por el Instituto Argentino de Cultura Hispánica (2018), y su nombramiento como Miembro de Honor del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay (2021). Asimismo es de destacar por su especial relevancia su nombramiento como Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Cuyo (2017). Para terminar, digamos que, ya a título póstumo, ha sido reconocido como Personalidad Destacada de la Ciudad de Bahía Blanca (agosto de 2022).

Su actividad investigadora se centró en la historia económica del virreinato del Río de la Plata. Entre los primeros frutos de su trabajo se cuenta una obra fundacional titulada La economía pesquera en el virreinato del Río de la Plata(Buenos Aires, 1978), a la que seguirían muchos otros trabajos, ya como autor en solitario ya como director de obras de gran envergadura, en tan gran número que no pueden incluirse aquí, aunque sí pueden consultarse en su Curriculum Vitae . Esta labor se desarrolló en el marco de su propia Universidad, donde dirigió  numerosos proyectos de investigación durante varias décadas (teniendo como temática común El comercio exterior del Río de la Plata durante la colonia y su proyección en la etapa nacional), y en el seno del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), donde dirigiría otros programas de gran envergadura: Historia Regional e Integración en el Cono Sur de AméricaImpacto del proceso inmigratorio masivo en el Cono Sur de América o Cuestiones Fundamentales para la interpretación de las relaciones interamericanas. Fruto de esta actividad fue su nombramiento, a propuesta de la Misión Permanente de la República Argentina ante la OEA, como Vicepresidente de la Comisión de Historia del IPGH (cargo ejercido entre 1989 y 1993 y renovado para el periodo 1993-1997) y más tarde como Presidente del Comité de Historia Económica y Social y del Comité de Relaciones Interamericanas del mismo organismo. Encuadrado en dicha institución, fue responsable de la publicación de varias obras de gran aliento, como fueron Historia de las migraciones limítrofes en el Cono Sur de América (Ciudad de México, 2002) o Los caminos del MERCOSUR. Historia regional, etapa colonial (Ciudad de México, 2004). Y, por último, en 2020 le fue concedido por unanimidad el Premio “Silvio Zavala” por su aportación a la historia colonial de América “a través de su magna obra escrita y de su incansable labor académica”.   

Todavía, en estos últimos años, pudo publicar otro libro de sumo interés bajo el título de Carne, azúcar y más. Relaciones económicas entre el Río de la Plata y Cuba, 1760-1814 (Mendoza, 2020). Aunque, por el contrario, no le dio tiempo a llevar a la imprenta su primera incursión fuera de la producción historiográfica, una obra de ficción, una novela, que tuve la oportunidad de leer en borrador y que así conservo. 

Su relación con España fue muy estrecha. Así, impartió cursos en varios centros universitarios (especialmente en la Universidad Hispano-Americana de La Rábida), participó en numerosos congresos de su especialidad (especialmente en los Coloquios de Historia Hispano-Americana de Las Palmas de Gran Canaria, donde publicó varios de sus trabajos) y realizó diversas actividades en el seno de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, sin hablar de su presencia en los archivos (especialmente, como es lógico, en el Archivo General de Indias). 

Precisamente merece especial mención su prolongada vinculación con Sevilla, que no fue solo institucional. Visitó la ciudad en numerosas ocasiones, trabando sólida amistad con muchos de sus colegas, en mi caso con rasgos realmente fraternales. De este modo, gracias a su empeño, fui nombrado Correspondiente de la Academia Nacional de la Historia de Argentina (2000). Como fruto de esta amistad y colaboración, aceptó insertarse en el Grupo de Investigación de AHILA que constituimos en su día el profesor John Everaert y yo (La economía marítima de América Latina, siglos XVI-XIX), sustituyendo al investigador belga tras su renuncia y trabajando conmigo codo con codo desde el año 2006 hasta el último momento, en que su fallecimiento, unido a mi pérdida de contactos con otros investigadores debido a mi jubilación, significa también la desaparición del Grupo.

Nos deja como legado su ejemplo de historiador sensible e inteligente, de trabajador infatigable, de persona capaz de aglutinar en su torno a jóvenes investigadores y de entregar su afecto y su amistad a aquellos que le rodeaban. Y también nos deja en herencia sus muchos libros y artículos que permitirán a futuras generaciones cimentar sólidamente su reconstrucción del pasado del Río de la Plata, de la historia de Argentina. Por último, puedo asegurar que su entrañable recuerdo nos acompañará siempre. 

Carlos Martínez Shaw